jueves, 27 de octubre de 2011
La Paz: amor y resistencia
Es julio y estalla en Bolivia el conflicto por la carretera que cruzará por el medio del Tipnis.
El Tipnis (Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Secure) es una reserva natural de más de un millón de hectáreas ubicada entre los departamentos de Beni y Cochabamba en el noreste boliviano.
El gobierno de Cochabamba, pese al reclamo popular, avanza con el proyecto de construir una ruta que destruirá miles de especies de flora y fauna, y cambiará para siempre la vida de los indígenas que habitan el lugar.
Miles de personas se manifiestan en varios departamentos de Bolivia en repudio al proyecto. Evo Morales, parece hacer oídos sordos a los reclamos de sus pares indígenas y no interviene en el conflicto.
Nico como todos los días, se va con su mochila llena de clavas, a laburar el "faro" (semáforo) de la Plaza Avaroa en el centro de La Paz. Nico es oriundo del Barrio Don Orione, barrio espeso del sur del Gran Buenos Aires, sin embargo, su templanza es la de un pibe tranquilo y viajero.
Hace meses que salió de Argentina con su arte, porque hace malabares, pero en realidad es un artista. Maneja las clavas mejor que los cubiertos. Su destreza es increíble, juega, se divierte tirando para arriba, para el costado y hace bailar las clavas por todo su cuerpo.
Además, es medio payaso, hace chistes con la gente y su gran logro es divertirse con lo que hace.
Luego de varios contratiempos, robos y malas companias, pudo llegar a La Paz y hace meses que mantiene alegrando y asombrando a los automovilistas en la capital boliviana.
Pero ese día iba a ser distinto.
Su metro cincuenta, cruzaba por la Plaza de los Estudiantes, en la mitad de su camino hacia su puesto de trabajo.
Se encontró allí con una gran manifestación de estudiantes frente a la Universidad, que protestaban contra la construcción de la ruta en el Tipnis.
Se quedó un instante, observando.
En cuestión de minutos la policía comenzó a reprimir. Gases lacrimógenos, balas de goma, corridas y detenciones a por mayor.
Queda atrapado en el medio del caos y, apenas pudiendo respirar por los gases, ve que a una chica, la arrastran de los pelos entre dos policías.
Se interpone para poder liberarla. El forcejeo dura unos minutos.
La chica no para de gritar y llorar. No puede respirar ni abrir los ojos.
Solo escucha a Nico discutiendo y peleando con los policías.
Logra desprender a la chica de la policía, que empieza a retroceder con la llegada de los camarografos de los canales de televisión.
Rápidamente toma por una calle lateral para alejarse del quilombo. No deja un instante de calmar a la chica, que ciega, no puede parar de llorar.
Ella le implora que la lleve a la casa, que quiere ir con su madre.
La lleva hasta una avenida y la sube a un taxi.
Ella no para de llorar en el taxi, no tiene consuelo. Llora en su hombro. El la contiene, le dice que ya no hay porque preoparse. Le tira agua en la cara.
Su madre los recibe angustiada, ya que había visto la secuencia por la televisión y no para de agradecer al pequeño héroe.
Finalmente luego un rato, la chica abre los ojos y conoce la cara de su ángel guardián.
Se ven cara a cara. Es el instante en que se conocen, verdaderamente.
Pasan el resto día juntos, se queda a cenar y charlan hasta la madrugada contándose sus vidas.
Al día siguiente, se encuentran, y salen a caminar por La Paz. Ella lo lleva a recorrer los lugares más desconocidos de la ciudad. Al regresar a su casa se despide y se besan. Se vuelven a despedir y se vuelven a besar. Esas despedidas que duran varias despedidas. Tal vez, por no querer que termine nunca ese momento.
Las protestas se hacen cada vez más grandes en Cochabamba. Se organiza una marcha a pie, mayoritariamente de indígenas, desde Cochabamba hasta La Paz. La idea es que la gente se vaya sumando en los pueblos y ciudades por las que pase la marcha. Se estima que dos meses tardarán hasta llegar finalmente hasta la casa de Gobierno.
Ya no quieren hablar con nadie que no sea el mismísimo Evo Morales. Indignados, toman su silencio como una traición. Traición a los pueblos indígenas, a los cuales él pertenece y quienes los pusieron por primera vez como Presidente.
Son grandes los intereses de ese proyecto. Por lo bajo se comenta que sería una ruta directa para el narcotráfico directo hacia Brasil.
A una semana de conocerse, Nico va a buscarla a la casa. Su madre lo invita a tomar un té de coca y le dice que ella se ha ido a Sucre a estudiar y no sabe cuando regresará. Su paso por La Paz se esta terminando, debe continuar su rumbo hacia Arequipa, Perú. Le entrega un poema a su madre para que le entregue a su hija.
En su habitación, en el hostel, se queda pensando en que tiene que volver a verla. Que ese capitulo de su viaje no podía terminar así.
Ya con la mochila lista para irse, y arengado por un par de compañeros de ruta, decide quedarse para poder verla al menos una vez más.
Finalmente la marcha de indígenas llega a La Paz luego de 65 días de recorrer casi 650 km a pie.
El gobierno boliviano y representantes de los indígenas del Amazonas han alcanzan un acuerdo para dar por terminadas las manifestaciones, que ya llevan dos meses, contra la construcción de una carretera que atraviesa sus tierras ancestrales.Luego de maratónicas negociaciones y casi seis horas de debate legislativo, el 24 de octubre los legisladores aprobaron un acuerdo al cual Morales otorgó estatus de ley, poniendo punto final al conflicto. Se promulga una ley sancionada por el Congreso que veta la construcción de una carretera en una reserva ecológica de la región indígena del Tipnis, a la que declaró zona intangible, con lo que puso fin a dos meses de conflicto.
Nico, durante un mes, recorrió las calles de La Paz haciendo malabares y buscando inútilmente, el rostro la la chica a la cual salvó de caer presa.
Tardes enteras sentado en la Plaza Avaroa, esperando encontrársela.
Finalmente rendido, decide partir.
Hoy recorre Perú revoleando luces en la noche, hipnotizando incrédulos espectadores y desafiando a la gravedad.
Sabe que su destino es seguir los caminos, haciendo su arte.
Pero también sabe que algún día la volverá a ver y podrá decirle que nunca la ha olvidado.
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