lunes, 4 de octubre de 2010

Los llorones

Existen las personas que siempre tienen que aparentar estar peor de lo que les va y por ende quejarse de ello.
Si les va bien, siempre hay algo que inclina la balanza para el otro lado. Nunca pueden disfrutar lo que tienen, o al menos para el resto, asi lo quieren mostrar.
Por ejemplo, se mudaron a un nuevo chalet, con parque y jardín. Cochera fundamental para guardar su nuevo coche cero km. Pero qué pasa...?
"La inseguridad está terrible, tengo que mirar para todos lados antes de cerrar el portón, con los vecinos ya pedimos más garitas de seguridad..."
Y para rematar una situación que los perturba te tiran el ya célebre "Porque en Estados Unidos esto no pasa..." ¿qué carajo saben? Además y si tanto les gusta ¿qué hacen viviendo acá, en Lomas del Mirador? Claro, no les da el cuero, pero no, tienen que quejarse.
Los llorones se las saben todas. Tienen la fija de lo que pasa en el país.
"Esto está todo parado, no hay laburo, y se ve en todos los rubros ..." espetan sin ruborizarse. Conocen cada uno de los factores que alteran la economía y tienen siempre la solución. Lloran de lo mal que les va, pero cuando hay un fin de semana largo se van a la costa con toda la familia. Eso si, después cuando vuelven putean porque se clavaron en la ruta 15 mil horas de tráfico por un piquete de desocupados. Y encima los señalarán "Acá el que no labura es porque no quiere, viejo... y después les tenemos que pagar un plan social para que corten la ruta..."
Otra muy común del llorón, es instalar la idea de que si hacés las cosas bien no vas a ningún lado y para justificarse tienen palabras precisas: "Porque si pago todos los impuestos, no me queda un mango, por eso los tengo en negro a mis empleados..."
También tienen lamentos para con la juventud.
"La juventud está perdida, se ponen en pedo, se agarran a trompadas en los boliches...Yo a los 16 ya laburaba..."
Ahora si los pibes toman los colegios para hacer reclamos "Estan politizados, que vayan a estudiar..."
Generalizan, estigmatizan y prejuzgan todo el tiempo y en cada palabra. La mayoría son bastante reaccionarios.
Siempre que me pongo a hablar con los llorones, me fastidio.
Pero encontré una manera de contragolpear, justamente el otro día.
Hablaba con uno y a medida que me lanzaba su catarata de lamentos, pese a su buen pasar, lo corté en seco. "Che, boludo, te presto un mangos, no es mucho pero tengo unos ahorros...".
Ahi nomás, se sonrojó, rechazó con enfasis mi propuesta y no me lloró más.
Lo que descubrí es que en el fondo también son muy orgullosos.

2 comentarios:

  1. Para mí que cuando se quejan lo hacen para ocultar su verdadero discurso interno, que es "me compre un chalet con pileta, estoy a pleno, que groso soy por Dios!". Entonces, te muestran el chalet pero se hacen los pobrecitos al mismo tiempo, para no quedar como soberbios.

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  2. En un día en que todo me fastidia, sobre todo, o más que todo estos especimenes que acabas de describir tan perfectamente, propongo juntar firmas (?) para que cada uno de estos imbéciles que se nos cruzan, reciba por cada queja una bofetada.
    Sí si, todo muy lindo eso de no a la violencia, pero estos me sacan loca!
    ¿Podemos agregar a los que cuando marcan un número equivocado, al escuchar tu voz en vez de disculparse por haberse equivocado, y claramente hacerte hecho perder tiempo y fuerza levantando el tubo del teléfono, cortan!!!???

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